Se trata de una noticia completamente nueva. La leí en el libro de dr. Nancy Segal, Twin Mythconceptions. En mis charlas a padres les explico siempre el origen de los gemelos dizigóticos y monozigóticos, detallando el número de coriones. Y les digo que los dizigóticos siempre tienen dos coriones (dos bolsas externas), una regla sencilla e inconfundible, tan firme como una casa de piedra. Eso es lo que pensaba, pero ahora resulta que hay excepciones a esta regla. No son muy frecuentes, pero entiendo que a partir de ahora debo cambiar mi explicación. Las excepciones también hay que contarlas.
Así que aquí os voy a hablar de este tema que me resulta curioso e intrigante. Al mismo tiempo me doy cuenta que éste es el valor de los estudios científicos. Nos ayudan a despertarnos de ideas fijas que tomamos como verdades. Puedo confesaros que al principio me costó. Estaba contenta de tener claro en mi mente cómo era esta cuestión de bolsas, en caso de monozigóticos y dizigóticos. Como ocurre a muchos padres, me había costado memorizar esta materia. Entendí también mejor por qué a veces la gente se resiste a aceptar verdades, científicamente comprobadas, porque ciertamente resulta incómodo. Ya sabéis seguramente a qué tema me refiero.
Pero creo sinceramente que hay que conocer los temas con profundidad, así que allí vamos.
Casos de gemelos dizigóticos monocoriales
Los estudios recientes han encontrado casos en los que gemelos dizigóticos compartían el corion. No son muy frecuentes porque investigaciones anteriores encontraron entre un gran número de gemelos, que eran monocoriales, solo gemelos idénticos. Pero un estudio en 2016 encontró excepciones en cuanto a la regla: dizigóticos-dos coriones. Si toda esta información os suena desconocida, os aconsejo leer el artículo sobre la zigosidad en mi site, titulado ¿Es importante saber la zigosidad de los gemelos? https://www.coksfeenstra.info/spanish/publicacion.php?id=1305
Se puede detectar el número de coriones (uno o dos) en la ecografía en la semana 11 ó 12 del embarazo. Es el momento idóneo, pues más tarde en el embarazo es más difícil de distinguir.
Segal menciona tres casos:
1. En un caso de gemelos, concebidos naturalmente, se ve en la ecografía de la semana 6ª un solo corion y dos amnios. En la ecografía de la semana 20 se confirma este dato y se descubre un feto femenino y otro varón. Esto no es compatible con un embarazo de gemelos idénticos. Hasta ahora siempre hemos pensado que los monocoriales son, por defecto, idénticos. Los bebés nacen en la semana 37, en buen estado de salud, aunque la niña muestra ambigüedad en sus genitales (estos no la definen claramente como niño o niña, teniendo características de ambos sexos).
2. El segundo caso trata de otro embarazo de gemelos concebidos de forma natural. En la semana 12 y 19 del embarazo se ve un solo corion. Se hace un examen de la placenta al nacer los niños. A los padres se les informa de que sus hijos son monozigóticos (idénticos). Pero a los 14 meses los padres vuelven al hospital ya que las diferencias físicas entre sus hijos les sorprenden y les hacen dudar de su zigosidad. Se les hace un test de ADN y se concluye que los niños son dizigóticos.
3. El tercer caso también es de gemelos monocoriales que son un niño y una niña. Se determina el grupo sanguíneo al nacer y el del niño está mal diagnosticado. Resulta que en su sangre hay una mezcla de sangre de la hermana y de él (este fenómeno se llama quimerismo). Estos gemelos son fruto de un tratamiento de in-vitro.
No se sabe cuántos más casos pueden haber. En 2016, el investigador Jeffrey Craig, del Murdoch Childrens Hospital in Melbourne, Australia, encontró entre un grupo de 70 gemelos monocorionales 3 parejas de gemelos fraternales, que es el 4.3% del total. Se necesita más estudios para conocer mejor este tema y para saber qué es lo que produce en los gemelos dizigóticos la existencia de un solo corion. Las causas de ello de momento son hipotéticas. Puede que tenga que ver con una fusión, parcial quizás, de los blastocitos (la estructura celular previa al embrión). Y parece ser que esto ocurre más en los embarazos, originados por un tratamiento de fertilidad que de modo espontáneo, según Segal.
En estos casos, por ser monocoriales, puede producirse el síndrome de transfusión feto-fetal. Se conocen algunos casos de ello, aunque también es algo muy poco frecuente.