EL ACOSO ESCOLAR

Coks Feenstra · Psicóloga Infantil

18 de noviembre de 2014

EL ACOSO ESCOLAR

Se calcula que en cada aula hay un niño que sufre acoso escolar. ¿Por qué ocurre? Y ¿Cómo podéis ayudar a vuestro hijo si es víctima de ello?

Hablamos de un problema serio, muy serio. Cada año hay adolescentes que deciden quitarse la vida para no sufrir más. Esto es intolerable. Como hoy en día el acoso también puede ocurrir fuera de la vista de los adultos mediante las redes sociales (Facebook, Twitter, sms, whatsapp etc.), debemos aún estar más alerta ante este problema y actuar cuando sospechamos que el hijo lo sufra o acose a otros.

UN PROBLEMA CALLADO

Los estudios demuestran que el 64% de los niños en Primaria y el 90% de los adolescentes no cuentan a sus padres del acoso que sufren. Sienten vergüenza y piensan que ellos mismos de alguna manera causan estos problemas (en el artículo ‘Combatir el acoso escolar en el colegio’ explico cómo pueden llegar a pensarlo). También es muy probable que el acosador le amenace para no contarlo (‘si lo cuentas, ya pagarás las consecuencias’).

Por tanto, si como madre o padre sospechas que tu hijo lo sufra en silencio, conviene sacar el tema en un momento propicio y de modo inocente. Por ejemplo, hablar de un libro que leíste o de una película que recientemente viste; o contar cómo en tu etapa escolar tenías un compañero al que acosaron y preguntarle si esto ocurre en su clase. Abordando el tema de este modo, es probable que te lo cuente. Si es así, sácale la máxima información posible y lo más detallada: en qué lugar ocurre, a qué hora, cuántas veces, quién lo hace o quiénes. Es probable que tu hijo te pida que no hagas nada, por miedo a que el acoso vaya a más. Asegúrale que no sufrirá por compartirlo contigo y que tu obligación y deseo es que él esté bien.

Con la información recabada tienes que ir al centro y mencionarlo, quizás pidiendo que, de momento, no lo aborden directamente con el niño acosador (esto depende de cada caso). Como ya sabes dónde ocurre, el colegio debe vigilar con especial atención en estos momentos, como a la hora del recreo, en el comedor, en la fila, etc.

SEÑALES QUE PUEDEN INDICAR QUE EL NIÑO SUFRA ACOSO

Estate alerta ante una o más de las siguientes señales:

• Se queja de dolores de vientre, cabeza etc. principalmente los días de colegio.

• Viene con sus pertenencias y ropa destrozadas

• Tiene hematomas, chinchones y heridas

• No quiere ir al colegio y llora (o vomita) todos los días por la mañana

• El niño mayor: espera hasta el último minuto para irse y vuelve siempre nada más terminarse las clases.

• Su carácter cambia de manera brusca; de un niño alegre se convierte en un ser triste, callado, apático….

• Sufre un retroceso en su desarrollo, como volver a hacerse pis por la noche, pedir compañía para ir a dormir, etc.

• Come sin apetito o en exceso

• Se vuelve muy agresivo en casa, en sus juegos, hacia sus hermanitos, los padres, etc. Tiene ataques de rabia inesperados e incomprensibles.

• Responde con fuertes emociones, de modo desmesurado a sucesos de poca importancia

• Tiene un sueño intranquilo y/o pesadillas.

Poner fin al acoso es de suma importancia. Ser víctima del acoso trae consecuencias muy negativas. El niño (o la niña) se vuelve inseguro y ansioso. Se siente triste y amenazado.

Muchas veces intenta esquivar el contacto con otros niños, porque ha perdido la confianza. Es muy probable que sufra todo tipo de molestias psicosomáticas, como dolor de vientre o cabeza sin causa física, ya que la causa es emocional. El niño, además, siente mucha vergüenza, porque piensa que es por su culpa que otros le tratan tan mal. Esto es uno de los motivos por los que el niño lo esconde para sus padres. Adquiere un concepto muy negativo sobre sí mismo y muchas veces esta idea se le queda toda su vida. Por tanto no es extraño que gran parte de las personas que sufrieron acoso en su infancia, necesiten, de adultos, terapia. Las consecuencias son todavía presentes en su vida adulta. Estos adultos, víctimas de acoso escolar en su infancia, corren más riesgo de sufrir acoso laboral, porque no han aprendido a defenderse y muchas veces no protegen sus límites ni su espacio personales.

Pero no solo para el niño víctima de acoso es importante que los adultos intervengan, también lo es para el niño acosador. Si no se le corrigen, este niño tiene un riesgo cuatro veces mayor de terminar en los circuitos de la delincuencia que otro niño. El niño acosador tiene serios problemas en las relaciones sociales. Le falta habilidad en los contactos, carece de empatía y muchas veces es un niño abandonado a nivel emocional por sus padres. Suele ser un niño agresivo, dominante, impulsivo con pocos amigos fieles, que en su tiempo libre pasa muchas horas delante de la televisión u ordenador, mirando programas de contenido violento. A veces sufre agresividad y violencia en casa y, por tanto, repite un modelo que él mismo presencia a diario. Otras veces el acosador es un niño que fue víctima de acoso y que ahora asume este papel para huir de la posición sumisa.

Y por último, para el grupo de la mayoría silenciosa (los seguidores y los observadores) también es importante que termine esta injusticia, ya que se sienten mal por lo que está ocurriendo e inseguros. Cualquier día pueden ser ellos ¡las víctimas! Es por este motivo que la mayoría no participa ni interviene. En clase les cuesta concentrarse, no rinden bien y en general en el aula no hay un ambiente favorable. Cuando hay casos de acoso, el colegio deja de ser un entorno seguro.

¿CÓMO PUEDES AYUDARLE?

• En primer lugar debes transmitirle que él cuenta con todo tu apoyo y el de su familia. Juntos vais a solucionar esta situación, ya que ningún niño se merece este trato y menos él. Debes explicarle que el problema no está en él, sino en el niño que acosa. Dile que éste es un niño con problemas, porque disfruta haciendo mal a otros, quizás porque él mismo en casa sufre un mal trato y que por tanto, es un niño que necesita ayuda de un psicólogo infantil. Hazle saber a tu hijo que estás agradecida por su confianza y que es bueno compartir esta información contigo.

• Lee con él algún libro infantil sobre el acoso, como por ejemplo, ‘Bill, el abusón’ de San Pablo o ‘Acoso Escolar ¡no! de S/M. También hay títulos de libros para niños más mayores.

• Entrena en casa con él las habilidades de defensa, mediante un juego de rol. Enséñale frases que pueda utilizar cuando se meten con él. Presta atención a su lenguaje corporal, ya que el acosador percibe nítidamente las señales que el niño tímido expresa. Hombros rectos en vez de caídos, la mirada alta en vez de esquivarla, pecho hacía delante en vez de encorvado, etc. En un entorno seguro, como el de casa, el niño puede practicarlo.

• Puedes apuntarle a un curso de habilidades sociales. Pero transmítele que no es él quien actúe mal, sino el niño acosador, ya que es probable que tu hijo interprete esta ayuda como una señal de que algo le falta.

• Comenta el problema en el colegio, como ya expliqué. A continuación abordaré el tema de cómo se debe actuar en clase y en el colegio.

OJO: los niños acosados pueden aprender a defenderse mediante terapia (o ayuda de los padres) en que se les enseñen otra manera de actuar y otro lenguaje corporal y verbal. Pero si la ayuda se limita a ello, el niño acosador elegirá a otro como víctima. Así que para la clase en su total no es una solución. La ayuda no solo debe dirigirse a la víctima.

LA SOLUCIÓN ESTÁ EN ACTUAR CONJUNTAMENTE

Los estudios arrojan datos claros: cuando se aborda el problema conjuntamente, con todas las partes implicadas, esta lacra desaparece. Las partes implicadas son: los padres, el colegio, el acosador, la víctima y los demás niños.

Un buen sistema es que el colegio haga un protocolo contra el acoso. Es un reglamento en que se ponen las normas. Los padres, al matricular a su hijo a este colegio, deben firmarlo. Esto es importante, ya que cuando surgen problemas y su hijo es el acosador, los padres tienen la obligación de acudir al colegio y colaborar. Asimismo se trata el tema cada curso de nuevo en cada aula. Incluso en la Escuela Infantil. Se habla sobre qué es el acoso, quién lo hace y por qué. Entre los alumnos se forman reglas que se apuntan en un papel. Todos firman este papel. Los alumnos a partir del primer curso de Primaria ya elaboran ellos mismos, con ayuda de su profesor, las normas de clase. Como: No se habla mal de nadie, no se insulta, no se toca las cosas de los demás, no se juzga a la primera, no se deja de lado a nadie, etc. Se acuerda entre todos que cuando un niño traspasa lo acordado, los demás tienen la obligación de mencionarlo y decírselo al profesor. Esto no es chivar, sino ayudar a un compañero. Es el deber de todos.

Se pueden tratar el tema también mediante una función de teatro, ver juntos una película, leer en clase un libro, hacer una redacción etc. Hay muchas maneras para tratar el tema. Lo importante es que se hable sobre ello y que el colegio manifieste su rechazo al acoso.

A fin de cuentas el colegio no solo es un centro donde se aprenden conocimientos, sino además un organismo en el que se transmiten valores y modos de convivencia. Por tanto, no es extraño que en países donde no hay apenas casos de acoso escolar, tampoco hay muchos casos de violencia doméstica. Si los niños desde pequeños aprenden a convivir, tendrán de mayores más herramientas para manejar su agresividad. Al fin y al cabo el acoso escolar es una forma de violencia en el aula. Si lo aceptamos y no interferimos, dejamos la puerta abierta a la violencia en la sociedad.

LOS NIÑOS SE MERECEN UN CENTRO ESCOLAR DONDE SU SEGURIDAD ESTÉ GARANTIZADA.

Coks Feenstra, noviembre 2014

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