¿CÓMO ENSEÑARLE EL ‘NO’?

Coks Feenstra · Psicóloga Infantil

8 de enero de 2013

¿CÓMO ENSEÑARLE EL ‘NO’?

A partir del primer cumpleaños empieza la tarea de inculcar ciertas normas a vuestro pequeño. Es necesario, tanto por vuestra propia convivencia como por la seguridad del niño. Pero ¿cómo hacerlo? Y ¿qué podéis esperar de él?

A partir de los 12 meses la autonomía del niño crece: sabe pronunciar alguna que otra palabra, es capaz de pedir lo que quiere, se desplaza por sí solo y llega a los sitios que le llaman la atención. Por tanto ahora hay que enseñarle que no se acerque a la estufa, que no pruebe la tierra de las plantas, que no estire de la cola del gato y un largo etcétera. Los padres muchas veces se preguntan si el niño entiende su mensaje, ya que, a pesar de sus advertencias, el niño no les hace mucho caso. Por tanto, es importante entender el estadio madurativo del niño, ya que esta comprensión os permitirá estipular buenas tácticas para enseñarle el ‘no’.

Conviene tener en cuenta que entre los 18 y 24 meses:

• Su memoria es corta. Al principio el niño solo se acuerda de las reglas por momentos cortos y no de un día para otro. Por ello al día siguiente se acerca de nuevo a la caja del gato para explorar las piedrecitas. Además, el mundo para él es una gran aventura. Necesita explorar, descubrir y toquetearlo todo. Por ello su impulso le lleva a hacer una ‘trastada’ tras otra, que para él no son más que descubrimientos. Todavía no es ‘malo’ con intención. Hay un consuelo: como su memoria aún es corta, es relativamente fácil desviar su atención hacia otro objeto o juguete. Por lo demás solo hay una solución: repetir las normas una y otra vez.

• Vosotros, sus papás, sois su memoria: se acuerda de no subir a la mesa y comer del azucarero mientras tú estás a su lado. Pero en cuanto desaparezcas de su vida, lo olvidará. Tampoco es maldad: tú representas para él los ‘noes’. A medida que madure, irá recordándolos, los asimilará y los hará suyos. Pero esto requiere tiempo, además de perseverancia de tu parte.

PAUTAS QUE FACILITAN LA TAREA

No es una fase fácil. Debéis estar pendientes del niño casi todo el tiempo para vigilar sus actividades. Todavía no tiene sentido común y no ve peligro ni entiende las consecuencias de lo que está trabando. Sin embargo puedes hacer algo más fácil la convivencia mediante estas pautas:

• Acopla tu casa a sus necesidades. Retira los objetos valiosos o peligrosos y coloca barandillas delante de la escalera, la estufa etc. Hoy en día se vende una gran gama de accesorios para garantizar su seguridad.

• Háblale con un tono severo y decidido cuando haga algo prohibido. Evita gritarle los mensajes desde lejos, ya que así no surten efecto. Acércate a él, mírale a los ojos y cógele de los hombros o de la mano. El contacto físico da más fuerza a tus palabras. Retira sus manos del objeto prohibido. Si se muestra inflexible (al momento vuelve a tocarlo), retira el objeto o dale un suave golpe sobre sus dedos, repitiendo el ‘no’. Pero procura que no se convierta en una rutina. Un ‘no’ dicho con autoridad y determinación debe ser suficiente.

• Sé constante. Lo que le prohibiste ayer, hoy también debe estar prohibido. También es importante que tú y el papá mantengáis las mismas normas. Si no, le costará mucho más obedecer.

¿CÓMO SABER SI YA ESTÁ APRENDIENDO?

La tarea de enseñarle normas es costosa, pero hay ciertas señales que indican que está aprendiendo. Por ejemplo, tu hijo gira la cabeza y te busca con su mirada antes de tocar el DVD. Ya sabe que no debe tocarlo, pero solo necesita que lo confirmes. Hazle memoria y repite el ‘no’. O, de repente oyes cómo él mismo se está diciendo ‘no’, mientras se acerca al lugar de la tentación. Esto indica que ya se acuerda de la norma y que asocia este lugar con el ‘no’. Pero cuidado: su propio ‘no’ aún no quiere decir que se abstenga, ya que seguramente su impulso es más fuerte que su incipiente conciencia. Ahora se libera una lucha interior en él: por un lado quiere tocar el aparato y por otro agradarte a ti. Lo más frecuente es que su afán por explorar lo gane de su deseo de complacerte. Pero no te desesperes, ya que sin duda este es un comienzo. Repite el ‘no’ y retírale del sitio.

El desarrollo de la conciencia viene paso por paso y es algo que tiene que aprender, como muchas otras facetas de la vida.

POR ETAPAS:

1 – 2 AÑOS:

A partir del año –en los bebés más espabilados en torno a los 9 meses- ya es necesario introducir algunas reglas en su vida. Tu hijo no te lo pondrá fácil, ya que empieza a sacar su genio, ahora que su propia personalidad se está perfilando. Ante una prohibición o una orden (‘ahora es hora de dormir, cielo’), se resiste con cuerpo y alma. Y a todo en general contesta con un rotundo ‘NO’. No obstante, no es una mala señal: indica que se está independizando y que gana en autonomía, además de que se siente seguro contigo para contradecirte (los niños sin vínculo seguro no se atreven a rebelarse).

¿CÓMO ACTUAR?

No esquives estos momentos. Afróntalos con detenimiento y buen humor sin dejarte alterar (‘sí, mi amor, es hora de dejar de jugar e irte a dormir’).

2-3 AÑOS:

Para él el mundo gira en torno suyo. Esto explica su actitud egocéntrica, algo normal a esta edad. Los límites son importantes y necesarios, ya que le dan seguridad. Es bueno sentir que sus papás intervengan cuando él pierde el control y no sabe cómo parar. Así que saber a qué atenerse es bueno para él. Por otro lado le encanta imponer su voluntad, ya que está descubriendo su ‘yo’. Para afianzar su personalidad necesita rebelarse. Es bueno ser estrictos en algunos temas y flexibles en otros que permitan que él decida (su ropa, a la hora de jugar etc.).

¿CÓMO ACTUAR?

Explícale lo que está permitido y lo que no. Mantente firme en tus ‘noes’. Si llama tu atención de modo negativo (lloriqueos, patadas, rabietas), ignórale o desvía su atención. Acuerda los límites con la pareja para que no haya confusión.

3 – 4 AÑOS:

Ya aprende a esperar su turno, a compartir, a tolerar una decepción, pasar por algunos momentos de frustración y esforzarse para conseguir algo. Ya sabe expresarse mejor (quiero un camión como Juan) y hasta incluso negociar.

¿CÓMO ACTUAR?

No intentes buscar siempre el consenso, ni lo razones todo con él. A veces es ‘no’ sin ninguna explicación ni motivo. Esto sigue siendo importante. Y si él se comporta mal, no le pidas que te explique por qué. Pocas veces un niño pequeño sabe reflexionar sobre su propia conducta. Esta es algo que aprenderá a hacer a partir de los 8 ó 9 años.

Si su desobediencia os desespera y convierte cada día en un obstáculo insuperable, conviene buscar ayuda o consultar otros padres. Con un poco de ayuda externa vuestro día a día mejorará muchísimo.

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Por Coks Feenstra, psicóloga infantil

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