¡SOCORRO! TENGO TRES TORBELLINOS

Coks Feenstra · Psicóloga Infantil

29 de noviembre de 2012

¡SOCORRO! TENGO TRES TORBELLINOS

Recibí una llamada de socorro de una madre de trillizos. Me escribió lo siguiente: ‘no consigo que mis trillizos de 22 meses me obedezcan.

Son desobedientes y destructivos; por más que les riño y si les digo \’eso no se hace\’ lo hacen de todas formas. Además, duermen fatal por la noche, se despiertan 2 ó 3 veces por la noche. Esta es una pesadilla. ¿Qué debo hacer?’.

Le contesté lo siguiente.

Querida madre:

Tu situación es comprensible, ya que dista de ser fácil. Tienes tres pequeños diablillos que están en la fase de descubrir el mundo. En realidad aún no podemos hablar de desobediencia a esta edad. El placer de descubrir y explorar es muy fuerte durante esta fase, ya que todo les parece interesantísimo. Necesitan escuchar a esa voz interna que les lleva a toquetearlo todo y no parar ni un minuto. Además, a esta edad los niños aún no tienen una noción clara del ‘yo’. Se ven a sí mismos como una unidad y no distinguen bien entre el ‘yo’ y mis hermanitos. Están todavía en la fase del ‘nosotros’. Se imitan constantemente. Si uno hace una trastada, los otros dos harán lo mismo.

Además, no entienden qué es lo que a sus papás les molesta. Les está permitido tocar sus juguetes, pero en cuanto tocan una planta o las piedrecitas de la caja del gato, mamá se enfada ante su gran sorpresa. Para ellos no hay una diferencia entre una cosa y otra. También debes tener en cuenta que ellos son más inmaduros que la edad real, ya que seguramente nacieron antes del tiempo. Así que tus trillizos aún están en plena fase de exploración. Y de allí viene su ‘desobediencia’.

Sí, es cierto que debes empezar con las normas, pero más bien como un hábito y sin esperar de momento grandes resultados. Al explicarles ciertas cosas (‘no podéis tocar el dvd), irán entendiendo el ‘no’, pero solo en tu presencia. En cuanto te alejas, se olvidan, ya que tú representas para ellos su incipiente conciencia. Solo con el tiempo y gracias a tu perseverancia irán acordándose de estos límites, poco a poco.

EVITAR QUE LOS DÍAS SEAN UN ESTRÉS CONTINUO

¿Qué puedes hacer para que tus días no sean una lucha continua? Te aconsejo adaptar tu casa al estadio madurativo de tus niños. Cuanto menos peligros haya y más seguro sea el entorno, más libertad tendrán para moverse y aprender. Esto hace que se entretengan mejor. No necesitan demasiados juguetes, pero sí algunos que se acoplen bien a lo que de momento más les guste hacer. Lógicamente los tres querrán tener lo mismo y muchas veces se pelearán. Esto es normal, ya que el juguete que tiene el otro (u otros) siempre parece más interesante. Sé diplomática y emplea tu maña. Una idea: sienta a uno en su trona por un rato, con algún juguete. O ponle en el parque, haciendo turnos. Así habrá menos oportunidad para peleas, ya que solo hay dos que corren por el salón. Otra sugerencia: alterna los ratos de juegos con otros más tranquilos: leerles un cuento, ponerles un vídeo, salir al parque. Divide el tiempo en partes, ya que estar muchas horas en casa es para muchos niños pequeños una tarea frustrante. Por ello hay que ser creativa. Otra sugerencia: procura tener ayuda para las horas difíciles o (mejor) gran parte del día. Puede ser una chica joven que te eche una mano, jugando con los niños. Esta ayuda ¡la necesitas a diario! Si no te lo puedes permitir por motivos económicos, consigue una estudiante que lo haga como prácticas. Para cualquiera estar con tres pequeños de tan corta edad es todo un aprendizaje en temas de puericultura.

Cuando les tienes que prohibir algo, di ‘no’ de un modo claro y constante. Aplica una constancia ejemplar. Lo que prohíbes hoy, debes prohibir mañana. Mientras les prohíbes algo, habla a cada uno personalmente y no a los tres a la vez. Hablando a los tres tu mensaje no llegará del todo, ya que se escudan el uno en el otro. Tienes que hablarles por separado. Si uno se comporta realmente mal, mándale al pasillo por dos minutos. Es el truco de la pausa obligada. Pero es mejor no empezar con ello hasta que tengan por lo menos 2 años. De momento, su desobediencia no es una falta de hacer caso, sino una imposibilidad de entender cómo comportarse. ¡No hay maldad en sus actos! No lo olvides.

LAS NOCHES INTERRUMPIDAS

Las noches son difíciles, leo en tu carta. Quizás sea una idea que duermas con ellos en su habitación. Alterna las noches con tu pareja y con otra persona de confianza, como una hermana, una amiga, etc. Así por lo menos dormirás algunas noches de un tirón. A esta edad son normales los miedos y las pesadillas y el sueño del niño suele ser intranquilo. Les pasa a todos los niños, pero en tu caso es peor por ser tres. Si duermen en compañía de un adulto, su sueño será más tranquilo y además, solo al hablarles, seguramente volverán a dormir. También es cierto que el desorden que hay durante el día, influya en su sueño. Cuanto logras que los días transcurran en un ambiente menos tenso, ellos por la noche dormirán, seguramente, mejor. Por ello es muy importante intentar que los días sean más agradables. Evita que el ‘no’ sea la palabra más utilizada. Esto crea un ambiente negativo, tanto para ti como para ellos. Esto lo lograrás acoplando tu casa al estadio madurativo de tus pequeños y con los trucos antes indicados. Me describes que son muy destructivos. Pues, procura darles juguetes con los que puedan liberar sus energías, como un viejo trasto que puedan desmontar y montar, etc.

Ahora es, sin duda, una fase difícil y complicada, pero en cuanto tengan unos 3 ó 4 años, jugarán mucho mejor y se entretendrán a la maravilla. Ahora aún necesitan de tu ayuda para poder jugar, pero a esta edad ya no. ¡MUCHOS ÁNIMOS!

Coks Feenstra

Más información en mi libro ‘El Gran Libro de los Gemelos’ en que también hablo de trillizos.

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