ENSÉÑALE A CONVIVIR CON OTRAS RAZAS

Coks Feenstra · Psicóloga Infantil

21 de noviembre de 2007

ENSÉÑALE A CONVIVIR CON OTRAS RAZAS

Ultimamente el número de familias extranjeras en nuestro país está aumentando, de modo que tu hijo seguramente convivirá en el aula con niños de distintas razas. Esto puede ser enriquecedor, sobre todo si le enseñas desde pequeño ser respetuoso con los demás, independientemente de su raza, religión o cultura.

El reto que hoy en día los padres afrontáis, es preparar a vuestros hijos a vivir y trabajar en una sociedad multicultural y multirracial. Por ello hay que luchar contra los prejuicios y las discriminaciones, más ahora que los sucesos de violencia racista nos preocupan a todos. Tenéis que enseñar a vuestro hijo desde pequeño que todos los niños tienen los mismos derechos, tal como dicta el primer principio de los Derechos del Niño, aprobados por las Naciones Unidad, en 1959. Este principio dicta el derecho a la igualdad, sin distinción de raza, color, sexo, credo o nacionalidad. Entre los 2 y 3 años, el niño empieza a darse cuenta de las diferencias entre las personas; ya sabe su sexo, su nombre, utiliza el ‘yo’ que le distingue del otro. Si a esta edad se encuentra con un niño de por ejemplo la raza negra, es muy probable que le quede mirando sorprendido o que exclame: ‘¡Este niño es negro! ¿Por qué?’. A esta edad predomina la curiosidad y el interés por saber cómo puede ser un niño tan distinto a él. O quizás comente en casa que en su clase hay un niño, llamado Mohammad, que habla ‘raro’ y que su madre lleva un vestido largo. Todos estos comentarios del niño señalan que se da cuenta de las diferencias. Es posible, en su afán por conocer el mundo, lo cual hace ordenando y clasificando los conceptos, que llegue a menospreciarlas, aunque por otra parte su corta edad hace que aún esté muy abierto a aceptar las explicaciones. Por ello es tan importante la actitud que adoptéis ante estas situaciones: si le explicáis que el niño es negro por pertenecer a otra raza, que Mohammad en casa habla otro lenguaje y que el vestido de su madre se llama ‘sari’, el niño se queda satisfecho. Cada cosa tiene un nombre y una razón de existir. Esto ya es suficiente para él. Pero si no le dais ninguna explicación o pasáis del tema como si se tratara de un tabú, el niño puede llegar a la conclusión de que todo lo que no es como él, tiene un valor inferior. Además, si el niño observa la vida en la sociedad, donde existen los prejuicios, estas conclusiones pueden llegar a confirmarse. Según un estudio americano, realizado por la Liga Antidifamación, bajo auspicios de Abraham H. Fozman, los niños de seis años ya tienen ideas preconcebidas sobre las personas pertenecientes a grupos distintos al suyo. El niño con baja autoestima puede llegar a desarrollar prejuicios para así aumentar sus sentimientos de dignidad y valor. O imitar a un niño popular, utilizando nombres sexistas o excluyendo miembros del otro sexo de sus actividades para así ser aceptado. No obstante, cuánto antes y con mayor claridad se le expliquen al niño las diferencias entre las personas (en cuanto al color, la religión, raza y cultura) más fácil aceptará estas diferencias y mayor será su integración en una sociedad multirracial.

PAUTAS PARA ENSEÑARLE LA TOLERANCIA

¿Qué podéis hacer para que vuestro hijo esté libre de prejuicios y vaya al encuentro de otras personas con la mente abierta? Hay que ser realista: los prejuicios existen en la sociedad y se dan ciertas barricadas para ser totalmente tolerantes. Pero al mostrarnos críticos, alertos, y con ganas de derrumbar las barricadas, podemos avanzar hacia una sociedad cada vez más tolerante. Como decía George Bernard Shaw: ‘Aunque la sociedad está fundada en la intolerancia, todo adelanto está basado en la tolerancia’. Conviene tener en cuenta los siguientes consejos:

 Reflexiona sobre los propios valores y prejuicios. Si tú mismo hablas con desprecio sobre algunas razas, tu hijo imitará esta actitud y se peleará con sus compañeros de clase solamente por esta razón. Muchas veces los prejuicios provienen del miedo a lo desconocido y lo extraño. No obstante, si una persona se interesa por la cultura e historia de seres distintos a él (modo de vestir, religión, costumbres, etc.) y se informa sobre ello, muchas veces acaba respetando y apreciando al otro. Más allá de las diferencias, hay muchas similitudes y valores en común.

 Explícale abiertamente las diferencias (los libros te ayudarán en ello) y enséñale que lo diferente no significa ‘malo’. Cuando el niño aprende las razones de los hábitos, vestimentas, etc., le resulta claro que sus estilos y rituales tienen tanto valor como los suyos.

 Destaca que lo que nos une como personas, cualesquiera sean sus razas, es mayor a lo que nos separa: el niño de raza negra quiere, tanto como él, tener amigos, sentirse querido, formar parte del grupo, etc.

 Desaprueba expresiones o actitudes racistas en tu entorno. Así le das un buen ejemplo a tu hijo. Y cuando él mismo o sus amigos hacen un chiste para reírse de otros grupos, puedes decirle algo como: ‘No creo que este chiste haga reír’.

 Controla los libros y los programas de la tele que vea tu hijo. Algunos presentan unos patrones demasiado estereotipados de las personas. Si su hijo ya es algo mayor (apd 5 años), puedes ayudarle a reconocer ejemplos de racismo u otras expresiones de discriminación o prejuicio, que encuentres por doquier.

 Si en la clase de tu hijo conviven varias razas, participa en los programas que suelen planear los colegios. La Navidad es, por ejemplo, una buena ocasión para que cada niño traiga algo de su casa, característico de su celebración de esta fiesta.

Esta es la manera en la que la convivencia con otras razas, en vez de ser un problema, resulta enriquecedora.

EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO

Si su hijo va a un colegio homogéneo, no se encontrará con otras culturas. Cuanto más pequeño se acostumbra a las diferencias que hay entre las personas, más fácil se familiarizará con personas distintas a él. Por ello es bueno ampliar sus horizontes.

 Busca ocasiones para él para que vaya conociendo niños de otras razas, como jugar en el parque, ir a fiestas del barrio, exposiciones de diversas culturas, etc.

 Proporciónale libros y vídeos que traten sobre la vida de niños de distintas razas. Y llévale alguna vez a un restaurante chino, japonés, etc.

LECTURAS ACONSEJADAS

Existe una serie de lecturas que fomentan la tolerancia y la sensibilidad hacia lo distinto (a partir de 4 años):

‘Lolo, el conejo diferente’ G. van Genechten, SM

‘¿Dónde está mi oso?’ J. Whoybrow, SM

‘Uno y siete’ Giani Rodari, SM

‘Completamente diferente’ Y. Canetti, Everest

‘Todos somos especiales’ A. Maguire, Everest

‘La gente que nos rodea’, Editorial Beascoa

‘Descubre un secreto’ M. Arànega, Edebé

‘Los derechos del niño’ Ana Serna Vara, Susaeta

‘Celebraciones’ A. Kinderslay, Bruño

‘Diccionario por imágenes de los niños del mundo’ Emile Beaumont, Fleurus

Resumen

En la sociedad actual nos preocupamos por la igualdad de sexos, religiones y culturas. Por la tanto en la educación al niño debemos inculcarle desde pequeño la tolerancia y la sensibilidad hacia el otro. Asimismo debemos formar bien su autoestima, pues el niño que se siente respetado por sus cualidades únicas, tiene menos problemas para aceptar a los demás.

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Este artículo fue publicado en un número de ‘Crecer feliz’

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