¿ES MI HIJO SUPERDOTADO?

Coks Feenstra · Psicóloga Infantil

29 de noviembre de 2007

¿ES MI HIJO SUPERDOTADO?

Gracias a las numerosas investigaciones y no en último lugar a los esfuerzos de los propios padres con hijos superdotados, reunidos en diversas Asociaciones, hoy en día sabemos que el niño superdotado, en la mayoría de los casos, llama ya la atención en sus primeros años de vida.

Ya no, como antaño, se detecta la superdotación sólo después de iniciar la etapa de escolarización (a partir de los 6 años), sino mucho antes y incluso a veces en los primeros meses de vida. Lo que llama la atención de los niños superdotados es su desarrollo precoz. En general los niños, se desarrollan según un patrón más o menos establecido, pero los niños superdotados se salen de los barremos. La mayoría de ellos es precoz en su desarrollo, pero hay que destacar que no todos lo son.

Estas son algunas de las observaciones que los mismos padres comentan sobre sus bebés durante el primer medio año de vida.

 Una mirada intensa poco después del nacimiento. ‘Mi bebé me miraba atentamente’.

 Levantar la cabeza en las primeras horas al nacer. ‘Lo hizo de forma intencionada, como si quisiera escudriñar el entorno’.

 Ser muy movido y tener mucha energía. ‘La fantasía que guardaba durante mi embarazo de un bebé dormidito en su cuna, no correspondía en nada al bebé activo que mostraba ser mi hijo’.

 Dormir poco. ‘Mi bebé (a los dos meses) dormía una siesta de apenas una hora por la mañana y unas diez horas por la noche. Ya era suficiente descanso para él’.

 La primera sonrisa y otras muestras de contacto social aparecen en un momento temprano. ‘Esperaba la primera sonrisa a las seis semanas, tal como me decían los libros, pero nuestro bebé nos sonrió a las cuatro semanas y al mes y medio nos llamaba mediante gorgoritos cuando nos veía’.

En general se puede decir que el bebé es activo, espabilado, movido, comunicativo e incansable. Se entretiene mirando su entorno y los objetos que le rodean. Si se aburre, se deja oír mediante llantos o ruiditos. Puede mostrarse impaciente y, sin duda, necesitado de muchos estímulos.

LA SEGUNDA PARTE DEL PRIMER MEDIO AÑO

Ahora otras conductas llaman la atención:

 Dominio del lenguaje precoz: el niño articula palabras a los 8 meses y al año ya conoce unas 100 palabras (el niño con un desarrollo normal conoce a esta edad sólo algunas, como ‘papá’, ‘mamá’, ‘adiós’). Ya pronto el niño empieza a diferenciar: no llama, como otros niños, ‘coche’ a todo vehículo, sino distingue entre camión, autobús, furgoneta, tren etc. Lo mismo con las plantas: mientras otro niño utiliza la palabra ‘flor’ para todo tipo de plantas, el niño superdotado ya distingue entre una rosa, una margarita, etc. A los 2 años ya habla en frases, con verbos con su tiempo correcto. Algunos niños tardan en hablar, pero una vez que se sueltan, lo hacen sorprendentemente bien. Saltan la fase de los balbuceos y del lenguaje de trapo. Como David, un niño de 2 años que apenas había hablado hasta que un día, mirando por la ventana, pronunció la siguiente frase: ‘Ya viene papá del trabajo; aparcó el coche y ahora abre la puerta con la llave’.

 Andar a los 8 ó 9 meses. Algunos niños saltan la fase del gateo. ‘Luisa andaba a los 8 meses y a los 12 corría por la casa’.

 Relaciona hechos entre sí: a los 9 meses asocia el interruptor de la luz con la oscuridad o iluminación, y el abrigo con salir afuera. Esta comprensión suele darse normalmente a los 2 años y medio.

 Conoce el concepto de la permanencia del objeto entre los 9 y 13 meses: si se le esconde un objeto delante de él, lo busca con su mirada. Sabe que el objeto debe estar en algún lugar. Normalmente para el niño de esta edad, hasta más o menos los 18 meses, el objeto que no ve, deja de existir.

 Muestra una motricidad fina bien desarrollada: a los 9 meses el niño es capaz de pasar las páginas de un libro con sus dedos índice y pulgar. También sabe montar puzzles de mayor número de piezas que otros niños de su edad.

Si el niño demuestra una de las características antes mencionadas, no revela aún una superdotación. Cuántas más características coinciden con él, mayor es la probabilidad de que se trata de un niño superdotado. Conviene seguir atento el desarrollo de su hijo y brindarle todas las oportunidades para que aproveche su potencial y mantenerlo feliz. Unas sugerencias:

 Procura que el entorno de tu hijo sea enriquecedor. Le encanta mirar un centro de actividades, un móvil musical, colgados en su cuna o parque etc. Tumbarle sobre una manta con actividades es otra buena idea o recurrir al gimnasio de actividades. Cámbiaselo con frecuencia.

 Si no estás seguro/a si el bebé necesita dormir o no (lloriquea un poco y puede ser por aburrimiento o sueño), acuéstale en el parque, provisto de un centro de actividad y otros juguetes. Esto le permite entretenerse mirando a su alrededor (en caso de aburrimiento) o bien dormirse en caso de sueño.

 Sigue atento/a sus acciones y adapta tus juegos a ellas. Si a tu hijo le encanta ver cuentos, léelos con él y ofrécele a menudo nuevos títulos. También puedes inscribirle ya en la biblioteca infantil.

 Proporciónale juguetes que concuerden con su interés; no importa la edad a la que el juguete vaya destinada, ya que en caso de tu hijo la edad cronológica no es un buen parámetro, como veremos en más ocasiones.

Lo más importante es que tu hijo se sienta entendido y que sus necesidades para aprender estén colmadas.

TESTIMONIO DE UNA MADRE

Paula cuenta sobre su bebé:

‘Mi hija Olivia es un bebé muy especial. Gracias a un artículo de una revista que trataba de niños superdotados, me he dado cuenta que puede ser una de ellos. Aún es pronto para decirlo con certeza, sólo tiene once meses, pero hay muchos aspectos que dan qué pensar. Olivia es muy inquieta y duerme poco. Recuerdo como a los pocos días de nacer fijaba la mirada en mí, buscando contacto visual. Cuando la llevamos a casa después del parto en el hospital y la acostamos en su cuna, sostuvo la cabeza por varios segundos. Mi marido y yo, no podíamos creerlo. Desde los primeros meses se movía mucho en la cuna. La acostábamos en una posición y amanecía en otra. Una tarde nos asustábamos mucho, porque Olivia con sólo 2 meses se había dado la vuelta y apareció boca abajo. Nuestro susto fue tal que le hicimos análisis de todo. Por supuesto, no tenía nada. La pediatra se divertía mucho y nos dijo que no nos preocupáramos, ya que la clase de bebés como Olivia suele ser muy divertida. Es verdad, todos los bebés que veía, eran tanto más apacibles. También fue muy divertido ver cómo, antes de haber cumplido un mes, ya le sonreía a alguno de los personajes en su papel tapiz. Al cumplir cinco meses, el mismo día Olivia dio sus primeros pasitos de gateo; era increíble ver cómo se las ingeniaba para llegar hasta donde quería. A los 6 meses se ponía de pie con mucha facilidad y lo hacía tantas veces como tiempo tenía. También hay algunas otras cosas que no se dan en ella, como la del lenguaje. Si bien Olivia dice algunas palabras, no podría decir que su desarrollo es fuera de lo normal. Sí, resalta la capacidad que tiene para hacerse entender cuando quiere algo, sin utilizar palabras. Le encanta la música y distingue entre las melodías que le gustan de las que no. Parece increíble que con tan pocos meses puede tener claro qué le gusta y qué no. Olivia da mucho trabajo; no para comer ni en cuanto a los cuidados, sino ‘trabajo de compañía’. Cuidar de ella las 24 horas del día es agotador (tuve la suerte de poder quedarme con ella y dejar mi trabajo). Todo le interesa y su manera de descubrir el mundo es muy agitada. Intento por todos los medios satisfacer sus necesidades de aprender, pero es, lo repito, agotador. No lo hago sola. Tres veces por semana (cada vez durante tres horas) viene una chica a tomar el relevo y jugar con ella. También termina agotada. Creo que a Olivia nuestro piso ya no le alcanza; conoce todos los rincones. Hemos decidido llevarla a una guardería, que dispone de muy buenas condiciones, cuando cumpla un año’.

MÁS CARACTERÍSTICAS DE LA SUPERDOTACIÓN EN LOS PRIMEROS AÑOS

Reconocer al niño superdotado en un momento temprano de su desarrollo es importante, ya que aumenta la comprensión entre padres e hijo y facilita una correcta orientación hacia su educación. Por este motivo vamos a mirar de nuevo y, ahora con más detalle, las características del niño en cada una de las facetas de su desarrollo .

DESARROLLO MOTRIZ:

 Sostiene la cabeza y mira fijamente a su entorno a partir del primer día

 En un momento temprano muestra tener una buena coordinación entre manos y ojos (para por ejemplo coger un sonajero).

 Se mantiene de pie a los 6 meses y anda a los 9. Algunos niños saltan la fase del gateo.

 Dibuja a la figura humana con cabeza, tronco y extremidades a los 2,5 años, cuando sus coetáneos dibujan círculos con palitos como representación del ser humano.

 Monta un puzzle de 20 piezas a los 2,5 años.

DESAROLLO DEL LENGUAJE:

 Sonríe de forma intencionada antes de las 6 semanas. Busca y mantiene la mirada de sus papás mediante gorgoritos.

 Dice las primeras palabras a los 8 meses y la primera frase al año. A los 24 meses tiene un vocabulario avanzado.

 Mantiene una conversación entre los 18-24 meses y habla en frases complejas. Algunos niños tardan en hablar, pero cuando lo hacen, hablan perfectamente, saltando la fase del lenguaje de trapo.

 Pregunta por nuevas palabras que no conoce a los 3 años.

APRENDIZJE COGNITIVO:

 Tiene interés por las letras que ve a su alrededor (carteles, letreros, anuncios) y las memoriza.

 Aprende el abecedario a los 2, 5 años.

 Lee entre los 3 ó 4 años, sin apenas ayuda.

 Escribe antes de los 5 años, generalmente en mayúscula, pues el trazo es más fácil

 A partir de los dos años conoce el sentido de tiempo (mañana, tarde y noche) y se refiere a sucesos en el futuro o pasado (‘cuando estaba en casa de los abuelos’). A partir de los tres años domina los conceptos de ‘ayer’, ‘antes de ayer’, ‘pasada mañana’ etc.

 Le interesan los números que ve a su alrededor (matrículas de coches, señales de tráfico, números de portales, etc.) y los memoriza. A los tres años sabe que 100 es menos que 1000 y 1 millón es mucho más.

 Cuenta hasta 10 a los 2, 5 años.

 Resuelve los problemas de sumar y restar hasta 10 a los 3 años

 Entiende conceptos como ‘izquierdo’ y ‘derecha’, debajo, arriba, delante, etc. a los 3 años.

 Aprende los colores (como mínimo seis) a los 18 meses

 Conoce y maneja parentescos a los 2,5 años. Distingue los familiares por parte materna de los por parte paterna (abuelos, tíos, primos, etc.).

 Memoriza cuentos y canciones a los 2,5 años

 Sabe leer la hora a los 5 años, identificando horas, medias y cuartos.

SU CONDUCTA:

 Es interesado, curioso y activo (a veces hiperactivo)

 La fase de las preguntas (¿por qué?) llega en un momento temprano, alrededor de los 2 años.

 Exige mucha atención, ya que necesita estímulos gracias a su afán por aprender y entender

 Es muy sensible, al estado de humor de sus papás, a las tensiones, etc.

 Es observador y se da cuenta de pequeños detalles

 Es perfeccionista

 Tiene un sentido muy desarrollado de justicia

 Es, muchas veces, el líder de un grupo

 En el colegio: es el ‘payaso’ de la clase, el niño problemático o soñador

SU JUEGO:

 Es muy creativo e imaginativo en su juego

 Se entretiene y se concentra bien, si algo le interesa

 Le gustan los libros, los puzzles y el dibujo desde los 18 meses

 Suele jugar con niños más mayores y le gusta hablar con los adultos

Independencia:

 Aprende a controlar los esfínteres en un momento temprano y antes de los 2 años

 Elige su propia ropa a los 2,5 años

 Se viste y desviste a los 4 años

 Es independiente a nivel emocional y afectivo en un momento temprano en momentos de despedida (inicio en la guardería, quedarse con los familiares, etc.).

Si tu hijo responde a gran parte de estas características es posible que sea superdotado. Muchos niños (¡no todos!) superdotados son precoces en su desarrollo y al mismo tiempo: no todos los niños precoces son superdotados. ¿Cómo se puede saberlo? A partir de los 2 años (para algunos especialistas a partir de los 3 ó 4 años), se le puede medir su cociente intelectual (CI) mediante una serie de tests. La puntuación media es 100; cuando el niño saca una por encima del 130, se le considera superdotado, si además la valoración global de su personalidad apunta en la misma dirección. Para determinar la superdotación se tiene en cuenta tanto el cociente intelectual (CI) como la conducta y su desarrollo global.

Ejemplos de la vida de niños superdotados:

Araceli (3 años y medio) no consigue dormirse y se levanta una y otra vez de la cama. Su padre, ya desesperado, le dice: ‘Y ahora no te levantes más. Si no te duermes, viene El Coco y te comerá’. Unas horas más tarde, cuando el padre, antes de acostarse, controla el cierra la puerta, la encuentra sentada en la entrada. ‘¿Qué haces allí?’, le pregunta extrañado. ‘Estoy esperando, papí. ¿No me dijiste que venía ‘El Coco’?’ La amenaza de su padre no había servido para que se durmiera. Al contrario: había despertado su interés por saber cómo era esa persona que iba a venir.

Elena (4 años) se está aburriendo durante un viaje en coche con sus padres. Le pide a su madre que le enseñe las letras. Esta escribe en unos papelitos palabras cortas como: pan, día, sol. Le cuenta cómo se llaman las letras y qué significan las palabras. Esta actividad le gusta a la niña, pero al cabo de diez minutos ya pide otra. Unos días más tarde Elena coge un cuento infantil y ante la gran sorpresa de sus padres empieza a leerlo. Como muchos otros niños superdotados lo aprendió sin apenas ayuda.

Tomás (5 años) ha visitado con su colegio un museo de ciencias naturales, donde vio una exposición de animales disecados; entre ellos había una gallina con sus crías. Por la noche no puede conciliar el sueño y llama a su madre: ‘¿Sabes qué?, mamá, estos pollitos no han podido vivir mucho tiempo, ni han podido ser madres y tener sus pollitos. Es muy triste y es injusto’, dice entre sollozos. A pesar de su corta edad, reflexiona sobre la vida y la muerte y es muy sensible a los sufrimientos y las injusticias ajenas dado su alto grado de empatía.

——————-

Fuente: \\\’El niño superdotado\\\’ Coks Feenstra, Ediciones Médici

Comparte este artículo si te ha gustado
Facebook
Twitter
Email
WhatsApp