EL MUTISMO SELECTIVO

Coks Feenstra · Psicóloga Infantil

12 de noviembre de 2012

EL MUTISMO SELECTIVO

A veces un niño sufre una timidez muy extrema, por lo que no habla en el colegio, ni con su profesora ni con los compañeros. Se llama ‘mutismo selectivo’, ya que el niño sí habla en casa, pero no fuera de ella.

Se lo considera como una forma de fobia social. El niño se bloquea completamente ante nuevas situaciones y/o situaciones fuera de casa, como el colegio. El niño que sufre esta fobia necesita ayuda de un psicólogo infantil. O, por lo menos los padres para que aprendan a lidiar la situación. Muchas veces el niño no se beneficia de unas sesiones con un psicólogo infantil, ya que esta situación en sí ya le causa miedo y el niño no se abre. Por tanto, el psicólogo puede optar por acudir a su casa e iniciar el contacto en el entorno familiar. Una vez que el niño acepte al psicólogo, éste ya puede visitarle en su consulta y jugar con él. Estas sesiones sirven para que el psicólogo conozca al niño.

A parte de esta forma de ayuda, es necesario un apoyo al niño por parte de los padres y del colegio. En cuanto al colegio: el psicólogo infantil traza un plan que consiste en que la madre del niño acuda al colegio, después de una jornada escolar, justo en el momento en el que los niños salen. La madre se queda un rato con su hijo en el aula y lógicamente los dos entablarán una conversación. La maestra debe estar presente, pero sin prestar atención visiblemente. Este supone el primer paso para que el niño hable en clase. Se repiten estos encuentros varias veces y cuando el niño ya esté a gusto, la maestra se mezclará en la conversación. Será la primera vez que el niño le hable a ella. A continuación se va incluyendo algún compañero en la situación, de modo que el niño hable cada vez con más personas. Esto le facilitará el hablar en clase. El alumno de clase con quien el niño ya se atreve a hablar, también visita el niño a casa para jugar. Este es otra gran ayuda para el niño con mutismo selectivo. En casa no le será difícil entablar contacto con el amiguito. Una vez que el niño se atreve a hablar con él, en clase ya habrá por lo menos uno con quien hable. Y así sucesivamente. La combinación de varias estrategias es la que mejor resultado da. Sesiones solo con el terapeuta no es la terapia indicada para el niño con mutismo selectivo.

Por cierto, este problema es más habitual en niñas que en niños.

También puede darse el mutismo selectivo de modo menos extremo: el niño sí habla en el colegio, pero no en situaciones puntuales, como en una nueva actividad extraescolar con un nuevo profesor, en una función de teatro, en una tienda etc. En estos casos sí ayudan sesiones con un psicólogo infantil, ya que éste trabaja la dificultad del niño en su consulta. También en este caso el niño puede resistirse a acudir a la consulta (ocurre en algunos casos). La solución está, otra vez, en visitar al niño en su casa y hacer las primeras sesiones allí, hasta que el niño se atreva a dar el paso a la consulta.

Conviene comentar que estos niños muchas veces en casa son muy mandones y exigentes, todo lo contrario de su comportamiento en clase; en realidad estas dos conductas tan opuestas, están relacionadas entre sí. En casa quieren tener el control. Y no pocas veces la conducta tozuda y exigente, que muestran en casa, desespera a los padres. Es conveniente ser contundentes con ellos y aceptar lo menos posible su excesiva imposición del control.

Por Coks Feenstra

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