CUANDO EL NIÑO TIENE MIEDO

Coks Feenstra · Psicóloga Infantil

18 de mayo de 2012

CUANDO EL NIÑO TIENE MIEDO

El miedo es algo normal en la vida del niño, incluso en la de un bebé. Ya en su primer año de vida hay situaciones que le asustan, cuando, por ejemplo, escucha un sonido fuerte o cuando se le acercan personas desconocidas.

A veces el miedo es muy específico y relacionado con alguna situación: como el miedo al agua, a los perros, a la peluquería, etc. Para estos miedos existe una estrategia que funciona bien. Es la terapia de la ‘desensibilización sistemática’. Os lo explicaré en este artículo.

UNA ESTRATEGIA PARA COMBATIR LOS MIEDOS INFANTILES

Se trata de desensibilizarle ante las situaciones temidas, creando vivencias positivas, en vez de negativas, con ellas. Así deja de existir una asociación negativa, como por ejemplo: perro – miedo; agua – susto; sillita de coche – opresión. ¿Cómo? Exponiéndole de modo gradual a aquello que le inspire miedo. Se hace mediante una serie de pasos que los mismos padres se inventan. Estos deben ser fáciles para que el niño pueda superarlos, pero sin que dejen de ser un reto. Se empieza con afrontarle al niño a su miedo desde una situación segura. Por ejemplo, en el caso del miedo a un perro, el primer paso podría ser leer con él un cuento en el que un perro sea la protagonista. Hay que leérselo varios días seguidos hasta que la lectura le resulte amena y las imágenes dejen de evocarle miedo. Entonces, será el momento de proceder al siguiente paso, como por ejemplo observar con él, desde una distancia prudente, a algún perro en el parque. Y así sucesivamente hasta que el niño ya no huya cuando vislumbra en Lo lejos a un perro.

Os presento dos situaciones que los padres me plantearon:

CONSULTA 1:

‘Mi hijo, dos años y medio, sufre una especie de ataque de pánico, se pone muy nervioso, vomita y llora cada vez que estamos en sitios muy concurridos, sitios cerrados, como una fiesta de cumpleaños, peluquerías, consulta de médico, etc. No sabemos cómo actuar’.

¿CÓMO ACTUAR?

Los pasos a seguir para este caso: hacer un cuento con imágenes sacadas de revistas, de situaciones que le evoquen miedo; mirar estas imágenes con el niño en un ambiente relajado y agradable, ofreciéndole algo para beber o comer; a continuación: elegir el lugar que menos miedo le evoque y acercarse con él en un momento del día con poco tránsito; elogiarle mucho por su esfuerzo y colaboración. Al principio estar con él en este lugar muy pocos minutos e ir aumentando el tiempo. A continuación acercarse con él a los lugares más difíciles y en horas más concurridas. Etc. Si el niño está tenso, pero sin reacción física como vomitar, la situación es tolerable para él. En este caso se puede seguir y, una vez que pierda esta tensión, introducir el siguiente paso. Si, por el contrario el niño reacciona con vómitos, es señal de que la situación aún le supera y hay que dar un paso atrás. El último paso sería acudir con él a uno de los grandes almacenes, pero teniendo en cuenta que ni siquiera a algunos adultos les gusta este entorno, por tanto, no es necesario poner el listón tan alto. La meta en este caso podría ser el asistir a una fiesta de cumpleaños sin problemas.

CONSULTA 2:

‘A mi hijo, dos años y medio, no le gusta ir en coche. Cada vez que tenemos que ir en nuestro vehículo es una batalla. Aunque le digamos que es un campeón (refuerzo positivo cuando no se quita el cinturón) que no se debe quitar el cinturón, que papá y mamá también lo llevan, él es muy nervioso y eso de estar sentado un rato y amarrado se le hace cuesta arriba. He probado a cogerle cuentos, pelotitas, cochecitos o incluso pizarras mágicas para que se entretenga en el coche, pero aún así siempre me la arma o bien en el viaje de ida o bien en el de vuelta. Nos toca parar y volverlo a subir a la sillita y volverlo a amarrar, porque se quita el cinturón sea como sea. No sé cómo hacerlo porque nos ponemos nerviosos cuando lo vemos cómo hace las mil piruetas para quitarse el cinturón y bajarse de la sillita’.

CÓMO ACTUAR:

Seguramente este niño siente un verdadero pánico a estar amarrado. En ello puede influir un parto difícil en el que el niño estuviera atrapado en el canal del parto. Lo importante ahora es enseñarle a que la situación en el coche no extraña ningún peligro y puede ser agradable. Por ello hay que crear asociaciones positivas con la situación que tanto teme. Aquí también el primer paso consiste en leer con él un cuento sobre un niño que vaya en coche (si no existe, los padres lo hacen en casa). El siguiente paso es sentarle en la sillita sin ponerle el cinturón y sin que el coche esté en marcha. El siguiente paso es ponerle el cinturón, pero sin conducir. Quizás le ayude en esta situación cantarle una canción y jugar con él. Poco a poco hay que seguir y dar el paso a hacer un recorrido corto en coche, con el cinturón puesto, ofreciéndole en cada situación alguna que otra recompensa.

ALGUNOS CONSEJOS EN GENERAL:

• Elabora con mucha atención los pasos a seguir. Como conoces bien a tu hijo, no debe ser difícil imaginarte 4 ó 5 pasos intermedios para llegar a la meta final. Es bueno hacerlo entre los dos (padre y madre), ya que a veces uno de los dos entiende mejor al niño que el otro. Quizás de pequeño tuviera el mismo miedo.

• Solo procede al siguiente paso cuando el anterior esté superado con éxito.

• Ten paciencia y comprensión. Las prisas entorpecen el proceso.

• Dale incentivos y elógiale mucho. Celebra con él cada paso, por pequeño que sea.

Más información sobre miedos en el apartado de Conductas Difíciles, ‘¿Cómo actuar ante los miedos?’

——————–

Comparte este artículo si te ha gustado
Facebook
Twitter
Email
WhatsApp