Los gemelos entablan sus amistades de otra manera que los niños no gemelos. Se debe a que ellos ya tienen un amigo, su co-twin. Esto hace, en primer lugar, que la necesidad de buscar un amiguito sea menor. Esa necesidad vendrá, pero un poco más tarde. Por ejemplo, en la guardería o el primer año de Primaria, los gemelos suelen jugar mucho juntos; los monozigóticos lo hacen más y por un tiempo más largo que los dizigóticos. Y otra diferencia es ésta: el niño gemelo entabla la amistad desde la experiencia que tiene con su hermano gemelo. Esa relación le sirve de modelo para sus amistades con otros niños. Para los gemelos, las amistades fuera de su gemelo son una confrontación con el mundo de los no gemelos. Y ese mundo es diferente.
Sofia que tiene una hermana gemela, dice: «Mi amiga Lina estaba enojada conmigo y fue a jugar con Gemma». Está muy triste y no lo entiende. Con su hermana también se pelea, pero al rato vuelven a jugar juntas. Sofia no encuentra en Lina la lealtad que tiene con su hermana. Es bueno explicarle que esto a veces sucede con amigos y que esa relación es diferente a la que tiene con su hermana gemela. Pero eso no significa que la amistad con Lina se haya perdido.
A su vez, un amiguito puede sentirse incómodo con el reclamo del gemelo sobre él. Lina encuentra a Sofia demasiado posesiva y, por lo tanto, se distancia. El comportamiento de Sofia es comprensible, porque se comporta en las amistades como está acostumbrada con su hermana. A veces los niños ven a los gemelos como un dúo. Leonardo, que tiene un hermano gemelo, es amigo de Simón. Pero para su desagrado, Simón no lo invita a su cumpleaños, porque ‘entonces también tengo que preguntarle a tu hermano y él no me cae bien’. Leonardo está profundamente decepcionado. A través de la intervención de la madre que le explica a Simón que los gemelos realmente no siempre están juntos, las cosas vuelven a su cauce. Leonardo acude solo a la fiesta.
Las fiestas de cumpleaños y las citas de juego pueden causar muchas emociones para los gemelos, sobre todo cuando solo uno está invitado. Los celos acechan y tener que ir solo a un cumpleaños en lugar de juntos es un gran paso para el niño gemelo. Pero estas experiencias son parte del mundo de los gemelos y los tienen que vivir.
Ana María y Cristina, gemelas idénticas, de 9 años, tienen otro problema. Son chicas entusiastas y habladoras que juntas aún están más enérgicas que separadas (el conocido síndrome de intensificación gemelar). Comparten un grupo de amigos. Se dan cuenta de que a veces surgen dificultades porque pueden parecer dominantes cuando se trata de planificar. «Piensan que queremos ser las líderes. Pero eso no queremos ser así, simplemente sucede», le dicen a su padre entre lágrimas. Temen de que sus amigas ya no las quieren en el grupo. Su fuerza como dúo es realmente arrolladora y tendrán que aprender a manejarlo.
Esto deja claro cómo las amistades para gemelos traen sus propios desafíos. Si en un aula hay otro par de gemelos, a menudo las dos parejas juegan mucho juntos. Es comprensible: se entienden sin palabras y están de la misma manera en la vida.
Las amistades son importantes para todos los niños. Para los gemelos, es la primera confrontación con el mundo de no-gemelos. Con los monozigóticos, hay una ventaja más del contacto con amigos: ellos se entienden a la perfección, tienen los mismos intereses y pueden jugar armoniosamente durante horas. Con un amiguito, tendrán que comunicarse más, negociar y ponerse en la piel del otro. Eso es instructivo. Y es a través del contacto con los amigos que el niño gemelo se conoce a sí mismo, experimenta los límites entre él y el otro, lo que finalmente le ayudará a verse separado de su co-twin. Para los gemelos, la búsqueda de identidad no es la pregunta ‘¿Quién soy yo?’, como lo es para los demás sino ‘¿Quién soy yo sin mi co-twin?‘. Las amistades le ayudan con esa cuestión.
