TRUCOS PARA QUE COMA MEJOR

Coks Feenstra · Psicóloga Infantil

18 de marzo de 2008

TRUCOS PARA QUE COMA MEJOR

Seguro que el poco apetito de tu hijo te habrá llevado más de una vez a la desesperación. Se calcula que uno de cada cuatro niños come mal, por lo menos durante un tiempo. He aquí 18 trucos de madres que conocen el problema, comentados por diversos expertos.

PORCIONES PEQUEÑAS

1. ‘A mi hijo Marcos (30 meses) le pongo una cantidad pequeña en su plato. Así repite tres veces (en realidad son cada vez 3 cucharadas). Le hace sentirse muy orgulloso y le aumenta el apetito. Al ponerle delante un plato lleno se le hunden los ánimos’. Maite

2. ‘Mi hijo come como un pajarito. Por ello prescindo de 3 comidas copiosas; le doy al día 5 pequeñas. En dos le pongo un plato con tentempiés nutritivos, como taquitos de queso, jamón, trocitos de fruta, nueces, etc. Le encanta picar y así come de todo un poco’. Laura

Nutróloga: ‘Está bien, porque los padres suelen sobreestimar las cantidades que necesita el niño pequeño. Deben tener presente que, a partir del primer cumpleaños, empieza a crecer a un ritmo más lento: en el 1º año triplica su peso y crece unos 25 cm, pero en el 2º aumenta sólo 2 a 2,5 kilos y crece de 6 a 8 cm. Y así cada año hasta la pubertad, donde de nuevo se dará un crecimiento rápido. Es lógico que el niño, cuando deja de ser bebé, coma menos. Pero los padres suelen pensar: ‘ahora que corre tanto, gasta más energías y debe comer más’. Es una equivocación’.

CAMBIOS DE HORARIO

3. Mi hija Luna (3 años) no cenaba nunca, porque estaba demasiado cansada. Introduje la costumbre de la merienda /cena sobre las 18.00 h. Le preparo por ejemplo un bocadillo integral con tortilla o con queso, tomate y lechuga. Antes de dormir sólo toma un yogur o vaso de leche (inducen al sueño). Me he liberado del estrés en torno a la cena’. Silvia

Psicóloga: ‘Es un buen truco. No sólo el sueño quita el hambre, sino también los nervios: muchos niños están excitados tras un día lleno de vivencias y les cuesta cenar. Al principio del día suelen tener más apetito, porque están descansados y gastan más energías. Por ello un buen desayuno, con leche, cereales, pan, queso y algo de fruta es importante. Les aporta el 25% de las calorías’.

DESVIAR SU ATENCIÓN

4. ‘Al lado del plato de mi hijo siempre pongo un bol con queso rallado. Mientras se entretiene esparciéndolo por encima de su comida, le voy dando cucharadas. Voy variando: a veces pongo picotes, una salsa, zanahoria rallada, etc’. Ana

Psicóloga: ‘Es fácil desviar la atención del niño pequeño. También un plato donde aparece un dibujo atractivo al terminar la comida sirve. No obstante, en cuanto el niño da señales de no querer comer más, hay que dejar de insistir. Es muy importante respetar sus señales. No pocas veces, el niño que está obligado a comer, termina llorando o vomitando. Indica que estaba saciado’.

CAMUFLAR LAS VERDURAS

5. ‘Mezclo la carne picada o pollo con verduras, paso la masa por la batidora y la frío. Mis hijas (2 y 4 años) piensan que comen sólo hamburguesas’. Begoña

6. ‘Mi hija se come bien las verduras cuando las mezclo con compota de manzana (casera) o con leche’. Elvira

7. Bato las verduras y las añado a una salsa que pongo encima de los macarrones. Y como le gusta la tortilla, añado a ella calabacín, champiñón, espinacas, etc.’. Isa

Nutróloga: ‘Las papilas de los niños son más sensibles que las nuestras. Por ello perciben lo amargo con mucha nitidez. Y rechazan por esta razón las verduras, menos las dulces, como zanahoria y brócoli. Los trucos mencionados funcionan al darles un sabor más dulce, pero no hay que abusar de ello. Para familiarizarle con su auténtico sabor, conviene darle pocas cucharadas al principio e ir aumentándolas. O bien quitarles poco a poco este sabor dulce artificial’.

FIIJARSE EN LO QUE COME

8. ‘El poco apetito de mi hija se convirtió en una obsesión: era lo primero que pensaba al despertarme y lo último antes de dormirme. Hasta que mi pediatra me dijo que anotara todo lo que Julia comía en un día, incluso los tentempiés. Esto me cambió el chip: aprendí en fijar en lo que comía en vez de ver sólo lo que dejaba en el plato’. Gema

Nutróloga: ‘Muy acertado. Al anotar lo que el niño come, te das cuenta de que a lo largo del día no es nada desdeñable. También una pieza de fruta, un quesito o un vaso de leche alimenta. Pero vigila que no tome al día más de medio litro de leche, incluyendo derivados, como natillas, queso, etc.(así se nutrirá también con otros alimentos) y que no abuse de bebidas gaseosas, chucherías o bollería industrial (no alimentan y le quitan el hambre)’.

NEGAR SUS CONDUCTAS

9. ‘Mi hijo siempre había comido muy bien hasta que un día ya no quería comida caliente. En vez de ello le preparé bocadillos nutritivos a los que añadí verduras, carne, etc. Y así se alimentaba. Tras tres meses se le pasó. Nunca he hecho un drama de ello, sabía que volvería a comer bien algún día’. Lidia

10. ‘No te enfades. No sirve de nada. Lo sé por experiencia: mis 5 hijas son todas pocas comedoras. Con la mayor lo hice mal: le obligué muchísimo. Cuando devolvía, se le daba de nuevo. He aprendido en confiar en ellas. Las cinco crecen bien, están sanas, a pesar de comer poco. Me arrepiento mucho de mis errores con la mayor’. María

11. ‘Pon un tiempo límite. He descubierto que mi hija (30 meses) empieza a jugar con su comida a los 10 minutos. Es señal de que ya no tiene hambre. Después de este intervalo se le retiro el plato. Ya no hay comidas interminables’. Yolanda

Psicóloga: ‘Es importante evitar la batalla. Es completamente innecesaria y además contraproducente: el niño llega a temer las comidas, lo que hace disminuir su apetito. Todo niño come lo que necesita, incluso el con poco apetito. ¿Cómo lo puedes saber? Hay una regla muy sencilla: si tu hijo no pierde peso, si juega y está vivaracho, ¡está bien alimentado!

SUSTITUIR UNOS ALIMENTOS POR OTROS

12. ‘Me obsesionaba con que mi hija no tomara lentejas ni apenas verduras. Pero mi pediatra me informó sobre los grupos alimenticios: no es necesario que tome todos los alimentos porque unos se pueden sustituir por otros. Lo más importante es que coma algo de cada grupo. Ella no quiere lentejas, pero sí arroz y le encanta la fruta, así que ya no me preocupo tanto’. Ángeles

Nutróloga: ‘Según la Academia Norteamericana de Pediatría el niño pequeño tiene suficiente con consumir cada 2 a 3 días algún producto de cada uno de los grupos alimenticios (mira el recuadro). No hay alimentos imprescindibles, sólo grupos de alimentos imprescindibles. Además, los gustos de los niños suelen cambiar: quizás el tuyo ahora sólo quiere macarrones (la pasta, las patatas fritas, el arroz y el salchichón son los alimentos preferidos), pero él mismo llegará a un punto de saturación y optará por otros.

ESTIMULANTES DEL APETITO NATURALES

13. ‘Dejé de dar los estimulantes del apetito que me prescribía mi pediatra, porque notaba que sólo le hacían efecto cuando los tomaba. Siempre volvíamos a lo mismo. Ahora procuro salir con él todos los días. Después de jugar en el parque o mejor tras un día en la playa, tiene más apetito. Pero después de una tarde en casa, viendo dibujos, apenas tiene hambre’. Amparo

Nutróloga: ‘Es cierto; el niño que corre y juega al aire libre, gasta más calorías que él que está mirando la tele. Es bueno que tu hijo se canse físicamente. Puedes recurrir a un producto natural para aumentar su apetito, como el polen, una sustancia nutritiva en sí, segregada por las plantas. También la jalea real (contiene proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales) es recomendable, pero como es excitante, no para todos los niños (se venden en herbosterías)’.

NEGOCIAR

14. ‘A mis gemelas les encantan las galletas. Lo aprovecho: si no comen bien, no habrá galletas después’. Mª José.

15. ‘A mi hijo siempre le doy el postre, coma bien o no, porque también es nutritivo. Y cuando come muy bien, le doy un postre algo especial: pongo un poco de nata por encima de las natillas, añado miel a su yogur, etc. Así premio su buena conducta’. Susana

Psicóloga: ‘Con niños a partir de los 30 meses se puede ya negociar, pero sin pasarse. Todo niño come en función de su apetito y no para agradar o desagradar a su madre. El sistema de premiar con un postre especial sí sirve, porque los niños aprenden más de las recompensas que de los castigos’.

CREAR UN BUEN AMBIENTE

16. ‘El ambiente influye mucho, lo noto en mi hijo. Suelo poner la mesa de manera decorativa (un mantel, flores), quito la tele y pongo música relajante. Veo cómo mi hijo disfruta de estar a nuestro lado, él en su trona y picando de nuestros platos’. Carmen

17. ‘Le decoro el plato: la rodaja de tomate se convierte en una cara, las aceitunas son los ojos, una tira de zanahoria la nariz y con un poco de yogur dibujo la boca’. Eva

18. A mi hijo (36 meses) le dejo participar: juntos preparamos la ensalada, o él coloca el pan en la cesta, etc. Así prueba cosas que nunca antes quería y una vez sentados en la mesa, él nos anima a tomar ‘su producto’. Como nosotros lo hacemos,¡él no puede quedar detrás! Paula

Psicóloga: ‘Crear un buen ambiente es fundamental. El niño asociará la comida con algo placentero y esto influye en él, no sólo ahora, sino para toda su vida. Puede que coma poco, pero también crece del amor, los mimos y las sonrisas que le das. Es la otra fuente de alimentación, mucho más importante de lo que solemos pensar. Piensa en ello ¡en los momentos en los que el poco apetito de tu hijo te angustie!

LOS GRUPOS ALIMENTICIOS

GRUPO 1

Leche y productos lácteos como queso, yogur, natillas

Carnes, pescado y huevo

Son productos de origen animal que aportan proteínas, grasas, vitaminas y minerales como hierro, calcio y fósforo

GRUPO 2

Verduras y frutas

Aportan vitamina A, C y otras, fibra y minerales

GRUPO 3

Cereales y pan

Arroz, patatas, macarrones, legumbres y frutos secos

Son productos vegetales que aportan hidratos de carbono, proteínas, fibra, vitamina B y minerales, como hierro. Preferibles son los de elaboración integral, como pan, arroz o pastas por su mayor contenido en fibra

GRUPO 4

Aceitas y grasas como margarina, mantequilla, aceite vegetal, manteca, aderezo en ensaladas.

Aportan grasas y vitaminas A y D.

RECUERDA:

No debes tomar el poco apetito de tu hijo como algo personal. No existe una relación entre su apetito y tus cualidades como madre. Desdramatiza el problema y valora lo que come tu hijo en vez de lo que deja en el plato.

Entre el 1º y 3º año el niño está descubriendo su ‘yo’. Le encanta imponer su voluntad, porque así afianza su personalidad. La comida es un buen terreno para ello. No te asustes ante sus negativas, retírale simplemente el plato.

Para leer más: ‘¡Socorro! Mi hijo no come’ , escrito por mí, Ediciones Médici, en el que encontrarás numerosos testimonios de padres, cuya paciencia fue puesta a prueba por sus hijos inapetentes. Aporta soluciones prácticas para evitar los conflictos en torno a las comidas.

Dibujos: Cèlia Vallès

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