Hola María: El afán por el perfeccionismo es hereditario. Es un rasgo de su carácter. Por tanto, no es algo que puedes impedir. Es su manera de ser que en realidad no es negativa. Sé su aliada y muéstrate comprensiva. Ella prefiere hacer las cosas bien a hacerlas mal. Cuando viene a casa con muchas tareas, ayúdale con su trabajo y elógiale mucho. Y enséñale con tu ejemplo que no siempre es necesario ser perfecta. Si tú cometes un error (te olvidas de comprar algo), cuéntaselo y ríete de ti misma. «Mira, se me olvidó. No pasa nada». De tu ejemplo aprenderá, con el tiempo, a conformarse con algo menos. Pero ten en cuenta que este es un proceso largo. Procura elogiarle por sus esfuerzos al margen de cómo haya quedado un trabajo. Es el esfuerzo el que cuenta, más que un trabajo perfecto. Y explícale que cometer errores no es grave, porque es a través de ellos que aprendemos. Un saludo cordial Coks Feenstra