Querida Sandra:
Es cierto, como tú misma ya dices, que estos comentarios no son positivos; al contrario, le dañan su autoestima. El problema de tu hijo tiene que ver con la madurez. Seguramente tu hijo todavía aún es muy juguetón y no logra concentrarse por mucho tiempo. Esto se observa con bastante frecuencia en los varones. Ellos mismos ni siquiera lo pueden remediar. Pero de repente cambian de actitud y empiezan a interesarse por las asignaturas. Te repito: es, la mayoría de las veces, cuestión de madurez. ¿Qué hacer? Tener paciencia, permitile que juegue mucho (esto le ayudará a madurar) y no presionarle ni mucho menos decirle estas frases tan hirientes. Observa bien cuáles son sus campos de interés,a qué le gusta jugar y procura que tenga las oportunidades para ello (si por ejemplo le encantan los dinosaurios, lee con él libros sobre este tema, comprále animalitos de este tipo y déjale que los moldee con barro, los dibuje etc.). Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo. Es importante que el papá también lo entienda (si no, explícaselo tú, ya que intuyo que tú sí lo comprendes y lo sabes). Y esto es lo bueno de tener dos padres: mutuamente os debéis corregir y ayudar.
Un saludo afectuoso
Coks Feenstra