12 de enero de 2012

Buenos días. Mi consulta es la siguiente: tengo un niño de 2 años y 4 meses, y desde los 9 meses que ha ido a la guardería puedo contar con los dedos de las manos las veces que se ha quedado sin llorar. Hay días que entra haciendo pucheros, otros días se tira por el suelo, o me agarra o se va corriendo hacia la salida de la guardería. No sé cómo actuar. Él sabe que me tengo que ir a trabajar y él a la guarde, ya que yo siempre antes de ir se lo digo y creo que lo entiende. Pero ya empieza: a la guarde ‘no’, ‘yo en casa’. En la guarde me dicen que les da rabia cómo se comporta, ya que luego en clase es el primero en participar en todo y está muy contento. Sale incluso muy contento de la guarde. Cuando sale, yo le pregunto que qué tal, y el me dice que bien, que juega y pinta, y es que luego me dice mamá a trabajar y yo a la guarde… pero luego se queda llorando igualmente. Estoy un poco desesperada porque este año en septiembre empieza el colegio… y no sé qué pasará. De todas maneras, no solo llora cuando lo dejo en la guarde, si lo dejo con mis hermanas o con mi suegra también llora. ¿Cómo debo actuar? ¿Tengo que hablar con él? ¿Me entenderá? Gracias.

Hola Raquel:
Por lo que observo, es que le cuesta el momento de la separación, justo cuando tiene que despedirte de ti. Así que te aconsejo que lleves a cabo un ritual: si empieza a protestar, hazle saber que le entiendes, diciéndole algo como: ‘Sí cariño, ya sé que no te gusta. Prefieres quedarte con la mamá ¿verdad?’. Solo esto, nada más. Así le escuchas realmente y le reconoces su pesar. Además, busca algún objeto que él ‘debe cuidar en tu ausencia’, como por ejemplo un pañuelo tuyo, un pequeño detallito que sea tuyo. Dile que este objeto se quedará con él y que él lo debe cuidar hasta que se reúna de nuevo contigo. Luego se lo pides y lo guardas tú, hasta el día siguiente. Este objeto es el puente entre su vida en casa y la de la guardería. Y le ayudará a nivel emocional, ya que funcionará como un talismán. Mantén la calma en sus momentos de protesta. Limítate solo a hacerle saber que le entiendes y repítele cada vez la hora en la que le recoges. ‘Ya sabes, cariño, a las 5 de la tarde estará aquí de nuevo contigo’. Con estas pautas seguramente el momento de despedirse de ti le será algo más fácil.
Un saludo afectuoso
Coks Feenstra

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