¿COMO CONTESTARLE A SUS PREGUNTAS? (2)

Coks Feenstra · Psicóloga Infantil

8 de febrero de 2011

¿COMO CONTESTARLE A SUS PREGUNTAS? (2)

Ya traté el tema de las preguntas de los hijos sobre la sexualidad. Ahora analizaré otras preguntas que suelen ser difíciles para los padres.

Primero de todo me gusta comentar que siempre es bueno contestar a todas las preguntas que os plantea vuestro hijo. Cuando son muy personales, lógicamente os asustáis o no sabéis muy bien qué decir. Pero el hecho de que el niño haga preguntas, es porque se siente a gusto para expresar lo que piensa. También es señal de que se está desarrollando intelectualmente. Sus preguntas son el resultado de su curiosidad. Si ahora, siendo todavía pequeño, contestáis a sus preguntas con paciencia y honestidad, fomentáis una buena relación de complicidad con él. Y esto, más adelante en la adolescencia ayudará a que la comunicación entre vosotros se entorpezca menos.

A veces los padres me preguntan cuál es el momento adecuado para abordar ciertos temas con el hijo. En general no es bueno adelantar acontecimientos ni planear una conversación seria sobre por ejemplo la muerte o la sexualidad. Es mejor esperar hasta que el niño pregunte lo que le interese. Y a veces conviene aprovechar una oportunidad; por ejemplo viendo una película en familia donde alguien muere o una pareja hace el amor, puede ser un buen momento para hablarle de la muerte o de la sexualidad.

Solo hay una cuestión que debéis comentar a vuestro hijo sin que lo pregunte: el asunto de los abusos a los niños. Cuando vuestro hijo empiece a salir solo a la calle o pasa mucho tiempo en casa de sus amiguitos o en algún club de ocio, etc. es bueno hablarle sobre este tema. El mensaje debe ser claro y corto (no hace falta dar muchos detalles): ‘tu cuerpo es tuyo y nadie puede tocarte donde tú no quieras que te acaricien. Nadie puede obligarte a tocarle. Hay personas a las que les gusta tocar a los niños, pero esto no está bien. Estas personas están enfermas. Debes decir ‘no’ y contárselo a nosotros. No pasará nada por decírnoslo’. Conviene que en casa seáis respetuosos con su intimidad. Si él por ejemplo no quiere besar a los visitas ni sentarse en su regazo, no hay que exigírselo. Así aplicaís en casa la norma de que ‘su cuerpo es suyo’. En general son los niños sumisos, muy obedientes y los que no se atreven a decir ‘no’, los que corren más riesgo de ser víctimas de abusos.

LAS CUESTIONES MÁS DIFÍCILES

DIVORCIO: es importante decirle con honestidad que vais a vivir en casas separadas. Podéis decirle algo como ‘papá y mamá ya no están felices juntos; nos peleamos mucho y por ello vamos a vivir cada uno en una casa. Pero a ti te queremos un montón y esto nunca cambiará’. Es importante hacerle ver que él no tiene culpa de la situación. No es porque se haya portado mal o haya sido un incordio. Muchos niños piensan que si se comportan mejor, sus papás volverán a estar juntos. Esta situación les crea mucha frustración e inseguridad al ver que no lo consiguen. Casi todos los niños quieren que sus padres vuelvan a estar juntos. Les cuesta un tiempo aceptar que esto no sucederá.

A muchos padres les resulta difícil decir la verdad a los hijos, porque ellos mismos no asimilan bien la nueva realidad. Pero no es bueno aplazar el momento de darle esta información, ya que el niño percibe las tensiones e intuye que algo está pasando. Seguramente no lo exterioriza (no conoce las palabras para decir lo que siente interiormente), pero está confuso y lo pasa mal. Puede dar lugar a problemas físicos (dolores psicosomáticos) o cambios en su conducta (llorar, rabietas, agresividad, retrocesos, dormir mal, etc.). Hay que contarle lo que está ocurriendo. Un niño maneja siempre mejor la (cruda) realidad que la inseguridad de no saber qué está pasando, ya que esto significa una amenaza para su integridad. Además, si un niño no sabe qué está ocurriendo, empieza a fantasear y formar sus propias ideas que muchas veces son aún más aterradoras que la realidad. Si conseguís establecer un buen régimen de visitas (regular y sin cambios) o bien la custodia compartida, el niño percibe que puede seguir contando con los dos. Y esto le ayudará mucho en asimilar la separación. Para más información, lee el artículo, en el apartado \’Divorcio\’, titulado \’¿Cómo comunicarle la noticia de la separación?.

LA MUERTE: este tema suele surgir cuando alguna persona cerca fallece o cuando la mascota de casa se muere. A un niño pequeño ya se puede explicar que la vida tiene un principio y un fin. Todo lo que vive, como plantas, animales y personas, algún día muere. Lo que ya no vive, no respira, ni siente, ni tiene frío ni calor. Suele ocurrir cuando alguien (o algo) ya está muy viejo y cuando el cuerpo ya no da más de sí. Pero a veces alguien también muere, porque está enfermo. Los médicos suelen curar a los enfermos, pero a veces no pueden.

Aquí ocurre lo mismo que en el tema anterior: los niños suelen aceptar bien los hechos de la vida. Lo asimilan mucho mejor que cuando les engañemos y les ocultemos la verdad. Lo último les causa mucho miedo, ya que intuyen que hay algo más. Pero no saben qué es y se imaginan lo impensable.

Si tu hijo te pregunta si él también morirá, debéis decirle que él acaba de empezar su vida y que está todavía en el principio. Lo mismo con vosotros, ya que queréis verle crecer y madurar. Si os pregunta dónde queda la persona fallecida, explícale las costumbres: el entierro, el cementerio, etc. Los niños son muy reales y prácticos y necesitan saber dónde físicamente está la persona a la que ellos querían (para más información lee el artículo sobre ¿Cómo hablarle de la muerte? en el apartado de Publicaciones).

DIOS: algún día el niño preguntará quién es Dios. A esta pregunta lógicamente la contestaréis según vuestras creencias. Si le decís que Dios existe, su siguiente pregunta será ¿dónde vive y cómo es? Para los niños las cosas deben tener una forma concreta. Y esto dificulta la contestación a su pregunta, ya que la religión para muchos es algo abstracto. Pero los niños lo toman literalmente. Intentad explicárselo lo mejor posible. Leer un libro con él también puede servir. O bien animarle a que haga un dibujo sobre Dios. Esto te dará una idea de cómo él lo entiende. Quizás tengáis vosotros mismos dudas y no sabéis muy bien qué decir. No es negativo demostrarle que no tenéis todas las respuestas. Para tu hijo no significa que perdáis vuestra credibilidad. Le podéis contar que hay muchas maneras de creer y también hay muchas religiones. Quizás lo más importante sea que vuestro hijo se sienta libre para hablar con vosotros sobre todo lo que le rodee por su cabeza.

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