EL TRASTORNO DEL DÉFICIT DE LA NATURALEZA
Hace unos 50 años nadie conocía este trastorno, simplemente porque no existía. Desafortunadamente, hoy en día sí.
Hace unos 50 años nadie conocía este trastorno, simplemente porque no existía. Desafortunadamente, hoy en día sí.
Ayer paseé por el monte, en una zona bastante tranquila y poca transitada. Disfrutaba del sol, escuchando el zumbido de las abejas que anuncian la llegada del verano.
Hace unos días recibí una carta desesperada de una madre de gemelos, de 6 años. Me relata cómo sus gemelos, monozigóticos, se pasan el día peleándose. El tiempo máximo de paz son 10 minutos.
Los gemelos son, el uno para el otro, personas de apego.
Una de las situaciones más desesperantes para los recién estrenados padres de múltiples es cuando ambos (o los tres) lloran. ¿Cómo actuar?
La última semana, en el blog sobre las rabietas, mencioné este síndrome. Como varias familias me han preguntado más información sobre ello, lo trataré hoy con más profundidad.
Casi todos los niños tienen rabietas en sus primeros años de vida. Suelen empezar en torno al primer cumpleaños y duran hasta los 4 a 5 años. Los gemelos no son una excepción a esta regla que en su caso perduran durante más tiempo.
Aún me recuerdo mi desconcierto cuando mi primogénito lloraba. Todo en mí quería cogerlo y estrecharlo contra mi pecho. Pero mi entorno me decía que lo estaba malcriando. Y ¡eso que era un bebé de pocas semanas! Menos mal que no hice caso a las advertencias.
“Nada lo que hago, surte efecto”, me comenta una madre con voz cansada. “Le quito el Play, le mando a su cuarto, ni salir al parque… Pero nada. Continúa comportándose mal. ¿Qué hago?”
Los padres de gemelos y mellizos a veces me consultan sobre cómo actuar cuando uno siempre se sale con lo suyo y el otro cede. ¿Conviene intervenir?