Esto depende, entre otras causas, de la posición de los pequeños. Si los dos están colocados con las cabezas hacia abajo (un 50% de los casos), la posición encefálica, el parto vaginal es posible. Si uno está en esta posición y el otro viene de nalgas, también lo es. Seguramente el con la cabecita hacia abajo nacerá primero y su hermano se gira o bien nace de nalgas. En otras posturas, como atravesados o de nalgas, se recurre a la cesárea. Y lo mismo cuando los bebés comparten las dos bolsas –llamado un embarazo monoamniótico monocorial- ya que en este caso hay un riesgo de entrelazamiento de los cordones umbilicales. La mayoría de las cesáreas se hacen con la anestesia epidural; solo en caso de una cesárea imprevista se aplica la anestesia general.

LAS MISMAS FASES

Las fases del parto son las mismas que las de un parto simple y la duración no es necesariamente más larga que la de un solo hijo. A veces va más rápido, ya que los gemelos pesan menos y tienen cabecitas más pequeñas. Solo la fase de expulsión dura más por el doble nacimiento. Cuando ya tengas 10 cm de dilatación, nacerá el primer bebé. Es tu hijo mayor. El otro nacerá entre 5 y 45 minutos después del primogénito. Es posible que después del nacimiento del primer bebé se desprenda también su placenta y la segunda después del segundo bebé o bien las dos placentas se desprenden después del último. También puede haber una sola placenta que se desprende después del doble nacimiento.

Tienes un riesgo algo más elevado de sufrir hemorragias por heridas en las paredes uterinas. Si las pérdidas de sangre son abundantes, te administrarán medicamentos para detenerlas. Otro truco eficaz y natural contra este riesgo es iniciar, cuanto antes, la lactancia materna; gracias a la succión de los bebés, la matriz se contrae. También en tu caso puedes dar el pecho. Infórmate sobre ello durante el embarazo.

EL PARTO PREMATURO

Este es uno de los mayores riesgos del embarazo gemelar. Los gemelos suelen nacer en torno a la semana 37 y su peso está en torno a los 2.500 gramos. Aun así los gemelos nacen con ventaja respeto a un bebé nacido de un parto simple con el mismo peso y las mismas semanas de gestación. El estrés de convivir en el útero hace que los gemelos maduren más deprisa, lo cual es una suerte. No obstante, conviene que te hagas a la idea de que quizás tus gemelos necesiten pasar unos días (o semanas) en la incubadora. Ocurre en un 50% de los partos gemelares. Los gemelos idénticos tienen más tendencia al nacimiento prematuro. Quizás esto sea una de las causas por las que su peso al nacer sea algo más bajo en comparación con los mellizos.

EL POSPARTO

El embarazo gemelar supuso un gran esfuerzo físico para ti, así que necesitas más tiempo para recuperarte de él que una mamá de un bebé. Sé paciente y optimista, pero procura tener tiempo para descansar. Contar con ayuda con los bebés es en tu caso imprescindible. Lo idóneo es que tú ‘solo’ tengas que ocuparte de los bebés y que otros se ocupen de las demás tareas. Asimismo conviene que hagas ejercicios para el control de los músculos del perineo, como contraer y soltarlos estando acostado. Eres algo más propensa a sufrir la depresión posparto por el doble esfuerzo y el doble trabajo que ahora te espera (otro motivo para tener suficiente ayuda).

Ahora empieza una etapa impresionante en tu vida: ¡ver crecer a dos bebés a la vez! No todos los padres viven este privilegio.

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Más información: \’El Gran Libro de los Gemelos\’, Coks Feenstra, Ediciones Médici.