Las artistas Alice y Ellen Kessler terminaron sus vidas juntas, con eutanasia de forma asistida, a los 89 años. Para ellas, su vida estaba cumplida. Eran gemelas idénticas, nacidas en Alemania en el 1936.

Una emisora de radio belga me llama para entrevistarme sobre este hecho.

Hoy en día, los gemelos se crían de forma diferente, ¿verdad? me pregunta el periodista. No capto enseguida la intención de su pregunta y pido más explicaciones. “Bueno, unas gemelas que deciden hacer algo así…. Hoy en día a los gemelos se les educa de manera distinta, por ejemplo, se les separa de clase y no se les viste de modo igual. Quiero decir que hoy en día se les educa diferente y una vida en paralelo se verá menos…”.

¡Ah! Empiezo a entender que, tras de esta pregunta, se esconde el pensamiento de ‘tanta unanimidad no es normal‘. Y, en segundo lugar, ‘eso debe tener que ver con la educación.  Su decisión tiene poco que ver con la educación, pero mucho con su vínculo. El vínculo entre los gemelos, más aún entre los idénticos, es especial, incomparable con otros vínculos. Muchas veces no está bien entendido y fácilmente se lo valora como una relación demasiada íntima, o incluso patológica. Como también en este caso. No obstante, este suceso que ahora evoca tanta conmoción, se puede repetir fácilmente en otra década. Los gemelos, que están creciendo y siendo criados en este siglo, también pueden algún día optar por la misma solución.  También hay parejas que, tras una vida plena juntas, deciden terminar su vida simultáneamente.  O incluso amigas, como María y Lucia, de 92 años, que, ambas viudas, vivieron juntas en sus últimos años y se ayudaron mutuamente hasta que ya no fuera posible. No me entrevistan sobre estos casos.

Muchos prejuicios se reúnen en la pregunta planteada, como: no está bien que los gemelos vivan juntos gran parte de sus vidas y no está bien que terminen juntos. Lo veo de otra manera: Alice y Ellen descubrieron su amor por la música y la danza siendo pequeñas. Los genes juegan un papel fundamental en esto. Solo hay que pensar en la familia Bach que ha formado músicos durante generaciones. El éxito de este dúo se debió a su actuación conjunta. A la gente simplemente le gusta ver un dúo idéntico. Eso hizo que trabajaran juntas. Esto es bastante común en los gemelos idénticos. Ejemplos son Mary Kate y Ashley Olsen o Majo y Mapi Sánchez Alayeto, varias veces número 1 del World Padel Tour.

Cuando estamos juntas, producimos el doble de energía, me cuenta Mónica, que ejerce la profesión de artista junto a su hermana gemela. Ambas pintan y organizan todo tipo de proyectos de temas políticas actuales. Ambas tienen familia, son madres y pasan sus horas de trabajo juntas, para satisfacción de ambas. Las gemelas idénticas Lise y Eline, de 74 años, han vuelto a vivir juntas recientemente. Las dos somos viudas y por eso volvimos a vivir juntas como en nuestra infancia. La vida es un círculo, comenta Elina, para añadir riendo: “nuestros hijos están contentos con ello, ahora se preocupan menos por nosotras”.

Esto es también lo que les ocurrió a las gemelas Kessler. Habían tenido parejas, pero volvieron a estar juntas. Envejecieron en un ritmo similar, igual que una vez cambiaron de dientes al mismo tiempo. Sus vidas terminaron como una vez comenzaron. Juntas.